Hoy 14 de Marzo es el cumpleaños de papá. Es difícil que caiga en fin de semana pero, como este año es en sábado, ya habíamos hecho planes para juntarnos con él y pasar el día en familia.

Ha amanecido un día precioso, de sol, un maravilloso día de primavera en Madrid. Papá cumple 86 años, pero la celebración va a ser distinta de la que pensábamos tan sólo hace una semana.

A mí me encanta el contacto físico, creo que es sano y fundamental en nuestras relaciones, pero esta semana opino que la mejor manera para demostrar amor es la distancia.

Tan sólo hace una semana estaba con un grupo de amigos y nos abrazamos afectuosamente, pero en este momento todo ha cambiado y los SANITARIOS nos lo están diciendo bien claro. Lo más importante ahora es restringir los contactos a lo absolutamente necesario, así que me ha parecido importante tomar conciencia de esta nueva situación que antes ninguno habíamos vivido, o tan solo los pocos que queden de la gripe de 1918.

Anoche volvieron mis hijos de una semana de excursión con el colegio. Los padres estábamos tranquilos de tenerles alejados de este entorno y felices, pero ayer también se notaba en el grupo de WhatsApp de los papás que había cierta inquietud. Algunos empezaron a decir a los profesores que salieran ya (estaban en Andorra), no fueran a cerrar las comunidades y no pudieran volver a casa. Afortunadamente ya les tenemos a todos aquí, pero la recogida anoche en el colegio me impresionó. Nos dieron las indicaciones para que la recogida fuera lo más segura posible de acuerdo a la nueva situación. Todos los padres debíamos permanecer esperando dentro de nuestros coches. Cuando llegara el autocar podríamos bajar para que nos vieran nuestros hijos pero permaneciendo en la acera contraria a donde habían aparcado los autobuses y manteniendo una distancia de seguridad entre familias. Los niños fueron bajando del autocar, lavándose las manos con un líquido desinfectante y poniéndose una mascarilla antes de acercarse a las familias. Nos saludamos en la distancia y volvimos cada uno a nuestras casas.

Ahora que ya están las familias enteras estamos confinadas. Creo que es una oportunidad de aprendizaje en convivencia que debemos aprovechar. Encontrar lo bueno en lo malo.

En Mindfulness ejercitamos el parar para tomar conciencia. Ahora la situación nos invita a esta parada, a esta toma de conciencia. Aprovechémosla en positivo, tomemos el tiempo para reflexionar, meditar, tomar conciencia de la situación. Es un buen momento para revisar nuestras prioridades y darnos cuenta de lo que realmente es más importante en nuestras vidas.

Es importante darnos cuenta de lo afortunados que somos. Gracias a las tecnologías muchos podemos mantener la conexión con nuestros seres queridos. Muchos de nosotros podemos teletrabajar, nuestros hijos recibir clases virtuales, nos pueden traer la compra a casa y tenemos entretenimiento a nuestro alcance sin tener que salir, incluso se han creado conciertos y visitas a museos on-line, algo que en otros países es del todo imposible. Está bien que tomemos conciencia de ello y nos demos un momento para agradecerlo.

Tomar conciencia también de la enorme labor que están haciendo nuestros sanitarios, a los que debemos escuchar y secundar el mensaje más importante que están trasmitiendo: QUÉDATE EN CASA.

Por supuesto hay personas que tienen familiares mayores en soledad que necesitan de sus cuidados y tienen que asumir el riesgo de ir con ellos porque es la mejor opción y la soledad tampoco es buena compañera. Mi respeto también a las personas que han tomado esta opción desde la conciencia y las buenas prácticas.

Aprovechemos para ensayar las expresiones de amor en la distancia: miradas, besos que vuelen por el aire, tono de voz y palabras.

Con vuestro permiso quiero acabar el artículo felicitando a mi papá. Él sabe cuánto le quiero y cómo me gustaría abrazarle a él y a mamá hoy. Papá, por todo lo que te quiero, mi abrazo va a ser por video llamada porque creo que hoy es la mejor forma de demostrarte mi amor.

FELICIDADES PAPÁ Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS.

 

Patricia de la Fuente

Psicóloga General Sanitaria

Máster de Mindfulness