En España, la tasa de paro es de las más altas de Europa y eso hace que el tener un trabajo sea una alegría para quién le contraten. Además, el tener un trabajo da una identidad a la persona. Sin embargo, muchas veces por miedo a perderlo o por cualquier otra razón las personas pueden llegar a sacrificar sus vidas, y por lo tanto el trabajo se convierte en un riesgo para la persona.
El Workaholic o Laborodependiente, es una persona que tiene una adicción que, aunque todavía no se contemple en los manuales, es cada vez más común ver en clínicas. Se estima que actualmente lo padece un 20% de la población trabajadora mundial. Se trata de una adicción disimulada y por lo tanto puede pasar desapercibida, porque a diferencia de otras, ésta es alabada y recompensada.
¿Qué es Workaholic?
El Workaholic o Adicto al trabajo es una persona que está “enganchada” al trabajo y le dedica más horas de las exigidas. Su vida gira en torno al trabajo y es incapaz de hacer otro tipo de actividad. En cuanto se toma un pequeño descanso, siente mucho agobio e insatisfacción. No es capaz de “dar vacaciones” a su teléfono o correo electrónico o cualquier otro medio de comunicación que haga estar conectado con el trabajo y está siempre pendiente de cuestiones de trabajo a tal punto que no puede vivir en vacaciones.
El perfil de un Laborodependiente sería:
- hombre de 40-50 años
- viviendo en la ciudad
- de clase social media
- profesiones como: médico, abogado o ejecutivo
Factores de riesgo:
Los posibles factores de riesgo a la adicción al trabajo serían:
- Tener presiones económicas familiares.
- Miedo a perder el trabajo.
- Gran competitividad en el mercado laboral, trabajos en los que se elogia a la persona que más horas hace fuera de su horario establecido.
- Necesidad alta por conseguir éxito laboral, con gran ambición de poder, dinero y prestigio.
- Temor a los jefes, por lo que el trabajador termina aceptando todo lo que se le pide.
- Falta de organización, que termina acumulando muchas tareas.
- Incapacidad por priorizar las diferentes actividades.
- Ambiente familiar problemático.
- Trabajos con demandas retadoras (challenge stressors) y con demandas obstaculizantes (hindrance stressors) en algunos puestos.
¿Cómo identificarlo?
Algunas de las características de las personas adictas al trabajo son:
- “Compulsión por el trabajo”. Es la base de la adicción, la persona dedica todo el tiempo posible a temas laborales, abandonando así otras áreas de su vida como la familia o lo social. Además, cuando no está trabajando, la persona piensa en ello, y es incapaz de desconectar de su vida laboral.
- Necesidad por alcanzar un alto grado en el rendimiento laboral, por lo que vive en un estado de ansiedad alto. Sin embargo, ese nivel de activación puede llegar a ser contraproducente y tener un pobre rendimiento laboral.
- Dificultades sociales, al estar pendiente del trabajo no deja tiempo ni para su familia ni para sus amigos. Asimismo, suelen tener problemas sociales a nivel laboral, teniendo pocos compañeros de trabajo.
- Su autoestima depende del rendimiento laboral, y otro tipo de logros o capacidades no tienen importancia.
- Incapacidad para delegar tareas, puesto que presentan una obsesión por la realización propia de las tareas encomendadas. Generalmente, estas personas van a preferir trabajar solos antes que en equipos.
- Problemas psicológicos: estas personas suelen presentar niveles altos de ansiedad, depresión, se irritan con facilidad. Este estado afecta tanto a su carácter como a su estado de ánimo.
- Son muy exigentes tanto con ellos mismos como con los demás, cuando ellos son los superiores exigen a los demás trabajadores que trabajen el mismo número de horas que él.
En general, como en cualquier tipo de adicción, la persona encuentra (en este caso en el trabajo) un “refugio” en el que poder escapar de algún otro problema o situación que viva.
En la literatura se han descrito diferentes tipologías en el comportamiento de la adicción al trabajo, véase:
- El compulsivo-dependiente: se caracteriza por niveles altos de ansiedad y con problemas físicos y psicológicos, además presenta una insatisfacción laboral y vital.
- El perfeccionista obsesivo-compulsivo:se describe con altos niveles de tensión, con problemas físicos y psicológicos, con relaciones interpersonales hostiles y a pesar de todo ello la persona presenta satisfacción profesional.
- El orientado a logros: en este caso parece ser el más saludable, presentando buena salud física y psicológica, con comportamientos proactivos socialmente y con satisfacción laboral y vital.
- El “pseudoadicto”: que no sufre adicción al trabajo, pero presenta un ritmo laboral muy alto, y utiliza el trabajo como medio para escalar puestos y conseguir mejoras económicas y sociales. Este tipo es un riesgo para la adicción al trabajo, ya que es muy fácil caer en ella.
Consecuencias:
Este tipo de adicción va a tener como cualquier otro tipo de adicción consecuencias negativas para la persona que lo padece. A nivel familiar, puede conducir al aislamiento, al divorcio, a problemas con los hijos, en general una destrucción de la convivencia familiar.
Por otro lado, va a afectar también a nivel físico, pudiendo presentar problemas cardiovasculares, gástricos, musculares, así como hipertensión. Estas personas suelen además consumir sustancias tóxicas con el fin de aumentar su rendimiento, y superar el cansancio físico que presentan.
Cómo prevenirlo:
Algunas pautas a tener en cuenta para prevenir este tipo de adiciones:
- Tener hobbies, o cualquier otra actividad, para así no centrar toda la atención en el trabajo.
- Tener tiempo para actividades lúdicas, sociales y familiares.
- Saber delegar tareas, sobre todo en tareas laborales.
- Tener en la medida de lo posible una jornada laboral de ocho horas.
- No llevar trabajo a casa, o de forma excepcional.
En el caso de que la persona sienta que pueda estar sufriendo este tipo de adicción, lo más adecuado es que acuda a psicoterapia o que contacte con algún psicólogo experimentado para poderlo ayudar. Entre las técnicas utilizadas para trabajar este problema en terapia, encontramos: psicoeducación del problema (explicación del porqué y cómo se ha generado el problema, así como los factores predisponentes, precipitantes y mantenedores de la adicción), técnicas de relajación para reducir el nivel de ansiedad de la persona, reestructuración cognitiva, cumplimiento estricto del horario de trabajo (aunque éste en ocasiones puede ser flexible), establecimiento y organización de horarios en los que se incluya tiempo de ocio, etcétera. Cabe destacar que estas son pautas generales, y que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades y circunstancias de la persona que acude a consulta.
Referencias bibliográficas:
Fernández-Montalvo, J., & Echeburrúa, E. (1998). Laborodependencia: cuando el trabajo se convierte en adicción. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 3(2), 103-120.
Garrido Piosa, M. (2014). Adicción al trabajo: características, detección y prevención desde una perspectiva integral. Enfermería Global, 13(33)
Stephanie Pérez Sánchez
Psicóloga
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