Resumen

¿Cómo pueden influir las emociones en los estudiantes? ¿Afecta nuestro estado emocional al rendimiento académico? La realidad es que sí. En este post te explicamos cómo puede influir el estado anímico con el aprendizaje, qué zonas del cerebro están implicadas en este proceso y te damos diez consejos para manejar las emociones y la motivación con respecto al estudio.

Índice

  1. La relación entre las emociones y el estudio
    1. El papel de las emociones en nuestra vida
    2. Cómo se relacionan las emociones y el aprendizaje
  2. Las partes del cerebro implicadas en el estudio
  3. La importancia de la inteligencia emocional en estudiantes
  4. El papel de la motivación en el estudio
    1. Consejos para aumentar la motivación en el aprendizaje
  5. Conclusión

1. La relación entre las emociones y el estudio

1.1. El papel de las emociones en nuestra vida

En primer lugar, cabe hablar de la importancia de las emociones en nuestra vida. Las emociones resultan fundamentales, dado que nos aportan información sobre nuestro mundo interno, dándonos información sobre cómo relacionarnos con el mundo externo. En consecuencia, facilitan el autoconocimiento y la satisfacción de los deseos personales, así como la comprensión de muchos de nuestros comportamientos.

1.2. Cómo se relacionan las emociones y el aprendizaje

Con respecto a la influencia del estado emocional con respecto al estudio se han realizado diferentes estudios. En ellos, se ha visto que las emociones se encuentran ubicadas en las mismas regiones que los procesos de aprendizaje. Por ello, se ha podido demostrar que son procesos relacionados en las diferentes investigaciones y pruebas de neuroimagen. Las zonas cerebrales relacionadas con el proceso de aprendizaje y las emociones son: el córtex prefrontal, el hipocampo y la amígdala.

Debido a que el cerebro trabaja de forma conjunta la parte emocional y la cognitiva, es natural que los estudiantes valoren el aprendizaje como una experiencia “positiva” o “negativa” desde el plano emocional. En el caso de que valoren lo que estudian como algo “positivo” o agradable a nivel emocional, fomentará una mayor motivación para estudiar la lección. Sin embargo, en el caso opuesto de que lo valoren como algo “negativo”, el alumno tenderá a evitarlo, dado que lo vive como algo desagradable.

2. Las partes del cerebro implicadas en el estudio

De las regiones cerebrales implicadas en el estudio y las emociones destaca el córtex prefrontal. Éste se encarga de valorar si la situación ofrece sensaciones agradables o desagradables. En cuanto al aspecto emocional, en el caso de que las sensaciones sean agradables, y valoradas como positivas, el córtex prefrontal izquierdo muestra una mayor actividad. Sin embargo, cuando la situación es valorada como negativa, la región que se activa de nuestro cerebro es el córtex prefrontal derecho.

Por su parte, relacionado con el estudio, es en el córtex prefrontal donde también se localizan las funciones relacionadas con la selección de estrategias de aprendizaje y la fijación de objetivos. Es decir, gracias a esta región, los estudiantes pueden organizar, entre otras cosas, los tiempos de estudio necesarios como el método que mejor les puede ayudar a aprender la lección.

Teniendo en cuenta que la misma zona está relacionada con aspectos tan importantes del estudio y las emociones, vemos la importancia de un buen manejo de las emociones en estudiantes para conseguir un mayor rendimiento en el estudio.

3. La importancia de la inteligencia emocional en estudiantes

La inteligencia emocional se define como la capacidad para percibir, usar, comprender y manejar tanto nuestras emociones como las de los demás. Teniendo en cuenta esto y que el área emocional es la misma que el área de aprendizaje, las investigaciones muestran cómo las emociones pueden actuar sobre los procesos psicológicos responsables para centrar la atención y para la resolución de problemas.

Es por eso, por lo que los alumnos formados en inteligencia emocional conocerán cómo manejar las emociones para la consecución de metas y objetivos académicos. Además, un entrenamiento en inteligencia emocional también permitirá a los estudiantes tener un mayor conocimiento sobre el manejo estrés u otros obstáculos, así como una mayor capacidad de autocontrol. Lo cual, por otra parte, implicaría una mayor facilidad para motivarse a uno mismo.

También te recomendamos, si quieres saber más sobre gestión emocional, nuestro artículo sobre la importancia de expresar emociones y cómo nos puede ayudar en un mejor manejo.

4. El papel de la motivación en los estudiantes

Por otra parte, la motivación es otro de los elementos estrechamente relacionados con las emociones en los estudiantes. La motivación se define como la fuerza o la acción resultante de los componentes emocionales (Borod, 2000).  Es decir, la motivación implica una fuerza de cara a actuar en función de si valoramos que el resultado de lo que hagamos nos generará sensaciones agradables.

Dicho de otro modo, las emociones y la motivación nos llevan a actuar más fácilmente. Es por ello que, en el caso de los estudiantes, una buena gestión emocional favorece la motivación, que a su vez se traduce en una mayor predisposición a estudiar y aprender.

Además, la motivación también puede verse influenciada por los diferentes hábitos que incluimos en nuestra rutina. Sin embargo, en ocasiones surgen dificultades para generarlos o mantenerlos, puedes leer más sobre ello en nuestro post sobre cómo generar y mantener hábitos.

4.1. Consejos para aumentar la motivación en el aprendizaje

A fin de que el estudio se valore como un momento agradable, y de este modo se aumente el rendimiento académico, es importante fomentar la motivación hacia el estudio en los alumnos.

Para ello, te dejamos estos diez consejos para que puedas poner en práctica y aumentes la motivación de los estudiantes:

  1. Comunícales la importancia de la asignatura.
  2. Muestra entusiasmo por lo que está enseñando.
  3. Ofrece diferentes metodologías para enseñar su asignatura.
  4. Fomenta la curiosidad de los estudiantes a través de preguntas sugerentes.
  5. Favorece que los estudiantes descubran por sí mismos el conocimiento.
  6. Emplea todo tipo de recursos a su alcance para crear un ambiente ameno y predispuesto al aprendizaje.
  7. Pon ejemplos prácticos de la materia
  8. Refuerza positivamente a los alumnos
  9. Finaliza la clase con interrogantes que estimulen la curiosidad
  10. Mantén una predisposición a evolucionar como profesor.

5. Conclusión

Tal y como se ha mostrado, las emociones y el aprendizaje se encuentran en las mismas regiones cerebrales. Por ello, a fin de tener un buen rendimiento académico, es fundamental entrenar la inteligencia emocional. De esta forma, podremos tener un buen manejo de las emociones y de la motivación, lo cual fomentará un estudio más eficiente.

Bibliografía

García Retana, J. Á. (2012). La educación emocional, su importancia en el proceso de aprendizaje. Revista educación de la Universidad de Costa Rica36(1), 97-109.

Borod, J. C. (Ed.). (2000). The neuropsychology of emotion. Oxford University Press.

Rodríguez Ruiz, C. (2 de marzo de 2016). Cómo mejorar la falta de atención en los niños . Obtenido de Webconsultas. Revista de salud y bienestar : https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/como-mejorar-la-atencion-en-los-ninos

Sancho, J. (s.f.). Técnicas de enseñanza para mejorar la motivación de los estudiantes. Obtenido de Educrea : https://educrea.cl/tecnicas-de-ensenanza-para-mejorar-la-motivacion-de-los-estudiantes/

Alba M.ª García Rasero

Neuropsicóloga Clínica

N.º Col.: M-32464

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